La propuesta de reforma constitucional impulsada por el Poder Ejecutivo en estos momentos, parte del otrora programa de gobierno presentado a la nación en el curso de la campaña electoral tras la que resultó airoso en las urnas el hoy presidente de la República. El eje central de su discurso, junto a la lucha contra la corrupción, era el fortalecimiento de la democracia mediante la verdadera separación de los poderes y la reformulación de ciertas estructuras estatales.
El resarcimiento de la víctima en el ordenamiento dominicano se encuentra supeditado a su reparación integral, que obliga al responsable de un daño a resarcir “la totalidad del perjuicio existente al momento de producirse el fallo definitivo sin importar que dicho daño haya sido inferior a la hora del hecho lesivo o a la de incoarse la acción en su contra”.